Estas tres razas, además de hermosas, son tres de las razas caninas más recomendadas para tenerlos como nuestros mejores amigos. Sin embargo, por su aspecto nos toca también asumir los cuidados concretos que necesitan para preservar su salud y buen estado en su pelaje.
Tienen como caracteristica comun, una larga capa de pelo en todo el cuerpo y además tambien ciertas diferencias. Cada una de estas, le brindan identidad muy concreta a cada uno de estos ejemplares.
Hablemos del Habanero
Aunque también los veremos blancos no es esa su capa habitual, pudiendo ser negros, marrones, rojizos y con manchas sobre estas capas, incluidas las negro y fuego, o leonado.
Además de estas apreciables diferencias con sus homónimos bichones, hay otras concretas para esta raza a tener en cuenta que desarrollamos a continuación.
Son comunes con ellas su pelo largo, abundante, y suave.
La primera diferencia es que el pelo no bebe ser rizado, como el frisé, ni tan lacio como el del maltés, y si “preferentemente ondulado”.
También podemos encontrarnos ocasionalmente con una capa interna de pelo lanoso.
Pero lo importante para el cuidado de nuestro habanero es que siempre tendremos una capa de cobertura muy larga, suave, lacia u ondulada que puede formar mechas. Y, por supuesto, la cola con un flequillo de pelos largos y sedosos.
Lo más singular del habanero en relación a sus homónimos es su aspecto de perro pequeño pero recio y vigoroso, alejado de la fragilidad que podemos imaginar en otros “perros de compañía”.
Este aspecto es tan importante para la raza que el patrón racial de la raza incide especialmente en que no deben realizarse nunca arreglos en el pelo, ni tan siquiera igualar el pelo en longitud, salvo aquellos que, con buen criterio, atañen a los pies y hocicos y ojos si fuera necesario.
En el habanero las cejas pobladas fueron en origen muy apropiadas para proteger los ojos del viento. Actualmente, en su estándar cuenta con indicación clara de su posibilidad de arreglo.
También hay que apuntar la limpieza de sacos anales y el recorte de la zona que, sin dejar de ser atractivo para maltes y frisé, en el habanero, con extremo cuidado, es más sencilla y debe ser higiénica y terapéutica.
Para el cuidado de la higiene diaria de los ojos y de su manto comparte los consejos en cuanto a frecuencia de los baños y cepillados, compartiendo también el instrumental a utilizar. En este caso sería aconsejable utilizar un buen champú y acondicionadornutritivos para los baños semanales.
Hablemos del Frisé
El “Frisé”, que es el más concreto y popular de los nombres con que se conoce actualmente a esta raza y hace referencia directa a su tipo de pelo. En muchos casos en la peluquería las personas tienen a confundirlo con el French Poodle, ya que sus razgos son similares. sin embargo, los Frisé a diferencia de los Poodle, tienen mayor densidad en su pelaje y requiere de un cepillado que no “desrice el rizo”, pues siempre tiene que ofrecer el aspecto de “espirales sueltas”
Para el cuidado del pelo su arreglo y cuidados de higiene han de hacerse con regularidad. Los baños semanales con buenos productos proporcionan elasticidad al pelo facilitando el cepillado diario y el mantenimiento de su arreglo. Este es el procedimiento si se desea disfrutar de un frisé de manto abundante de color blanco y pelo brillante y con la piel sana y el arreglo adecuado a su raza.
El color de su manto es completamente blanco. Aunque es habitual en los cachorros y jóvenes, que presenten tonos beige en algunas partes. En perros adultos, por el contrario, un buen champú intensificador de color blanco de uso frecuente acompañado de un buen acondicionador especial para volumen son la opción acertada para un buen manto sano y un bonito acabado.
Hablemos del Maltés
Su pelo blanco, largo, lacio y sedoso junto con sus ojos negros de imponente mirada, redondos y directos, son su seña de identidad.
El cuidado de los ojos, más allá de la oxidación de los lacrimales no debería de aportar mucha preocupación para el propietario en un ejemplar sano. Con una rutina de higiene diaria apropiada, con un buen líquido limpiador y polvos secantes, tendremos a nuestro maltés con sus ojos sanos y disfrutaremos de esa expresión que tanto nos agrada.
El pelo, ese pelo tan blanco y brillante es también consecuencia de la selección que la raza ha tenido durante décadas.
La piel puede presentar manchas oscuras o de color rojizo, normalmente sobre el dorso, esto es normal en la raza.
El pelo sano e hidratado se mostrará lacio y sin ondulaciones o rizos, así debe ser el pelo de nuestro maltés. El objetivo es conseguir un pelo largo, brillante y muy sedoso al tacto.
Para conseguir el buen aspecto de nuestro maltés deberemos cuidarlo tanto en sus baños semanales con cosmética adecuada como en sus cepillados diarios.
El champú intensificador de color blanco y el acondicionador nutritivo son los productos más apropiados. Evitaremos el uso de cualquier champús de blanqueamiento fuerte que pueda afectar a la salud de su piel y debilitar su pelo.
Una piel sana es fundamental para mantener un pelo tan nutrido, para ello aparte de una alimentación equilibrada, debemos aportar nutrientes externos.
El pelo bien nutrido no se anuda y además su elasticidad permite que el cepillo deslice por el pelo con facilidad, sin tirones.
Para el cepillado es necesario un cepillo de púas metálicas suave, carda suave y peine apropiados. En aquellos ejemplares de pelo más lanoso de lo deseado, que tiende a anudarse con mayor facilidad, también será necesario un spray acondicionador Sueltanudos. La piel se debe mantener bien nutrida y limpia para evitar los picores que suelen ser motivo de picores y, en consecuencia de nudos.
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